Parade Saddle
Edward H. Bohlin | 1895 – 1980
Cuero, plata esterlina, acero inoxidable, angora, lana y madera [Manta original no está exhibida] | 1947
Museo Sid Richardson | 1983.1.1.1b.120
Esta silla de montar de cuero negro y plata esterlina fue un regalo a Sid Richardson de Amon G. Carter (1879-1955) en el momento del Fort Worth Stock Show de 1947. Como buenos amigos y coleccionistas de arte, Amon y Sid Richardson a veces competían para ser dueños de un cuadro de Remington o Russell.
La silla de montar fue el trabajo de Edward H. Bohlin (1895-1980), fabricante de monturas y platero de Hollywood, California. Nacido en Suecia en 1895, Bohlin creció intrigado con el oeste americano. Él vino a los Estados Unidos como joven, buscando a Buffalo Bill Cody a quién él había visto presentar en Suecia. Él abrió su primera tienda en Cody en 1920 y para el 1921, estaba promocionando espuelas y hebillas hechas a mano. Fue una empresa breve porque pronto se unió a un acto de vodevil itinerante donde Bohlin hizo trucos con cuerda y montó un caballo salvaje corcoveando en escena. Mientras representaba en el Pantages Theater en Los Angeles, su chaleco de cuero le llamó la atención al actor Tom Mix, quien lo compró y poco después compró aún más del trabajo de cuero y plata de Bohlin. Mientras su reputación como artesano crecía, Bohlin produjo sillas de montar, bridas, chaparreras, pistoleras y equipo variado para todas y cada una de las compañías cinematográficas grandes. Él ganó contratos grandes para crear trabajo de cuero para peliculas mudas incluyendo In the Days of Daniel Boone, 1923, The Ten Commandments, 1923 y Ben Hur, 1925.
Más tarde Bohlin fue el fabricante de monturas favorito durante los años dorados de películas de vaqueros en Hollywood, proveyendo sillas de montar elaboradas con monturas de plata y equipo para una lista impresionante de estrellas de Hollywood incluyendo Tex Ritter, Roy Rogers, John Wayne, Hopalong Cassidy, Gary Cooper, Jay Silverheels, Clayton Moore y Dale Evans (cuya silla de montar está exhibida en el National Cowgirl Museum y Hall of Fame aquí en Fort Worth). Cada pieza fue hecha a su satisfacción y su perfeccionismo le ganó una reputación mundial como un artesano de cuero y platero excelente.